Wendi Deng |
Las “muy buenas piernas” de Tony Blair
Una nota secreta de la exmujer de Murdoch, publicada ahora por una revista, coloca al ex primer ministro británico en medio del mediático divorcio del magnate de la prensa
BRENDA OTERO Londres 5 FEB 2014 - 17:37 CET
Hace meses que persisten los rumores que apuntan a un affair extramatrimonial entre Tony Blair y Wendi Deng, la ex del magnata mediático Rupert Murdoch. El ex primer ministro británico ya lo había desmentido, e incluso Cherie Blair salió en defensa de su marido, pero una nota escrita por Wendi vuelve a ponerle en el foco mediático que ha rodeado el descarrilamiento del tercer matrimonio de Murdoch.
La revista Vanity Fair ha tenido acceso a un trozo de papel, recuperado entre los restos domésticos del matrimonio Murdoch en el que su autora declara su amor por un tal Tony. La pasión con la que se refiere a él contrapesa el pobre uso del lenguaje: “Echo mucho de menos a Tony. Es encantador y viste tan bien. Tiene un cuerpo tan bonito y muy buenas piernas, el culo. Es delgado, alto, con buena piel. Me encantan sus penetrantes ojos azules y su poder en el escenario”. Todos los indicios apuntan a que se trata de Blair.
La nota podría haber sido una de las piezas clave en en divorncio Murdoch que se zanjó con un acuerdo firmado en noviembre. El empresario de 82 años había entregado fulminantemente los papeles de la separación cinco meses atrás. No trascendieron detalles económicos pero se ha sabido que Deng había frimado un acuerdo prematrimonial que prevenía a Murdoch de otro divorcio multimillonario, como el que vivió con su segunda esposa Anna Torv.
Según la revista estadounidense, Murdoch empezó a sospechar de su mujer alertado por el servicio doméstico. Nunca había tenido reparos en recibir en casa al político británico, ya que los Blair eran buenos amigos de la pareja y Tony es el padrino de la mayor de sus hijas. Los empleados de Murdoch comenzaron a recoger pruebas el día en el que Blair apareció cuando el empresario estaba ausente y, según sus testimonios, Wendi comenzó a flirtear con él descaradamente. Acto seguido el exdirigente preguntó a los empleados cuándo estaría de vuelta Murdoch. Cuando le contestaron que al día siguiente, mostró una expresión de pánico.
Los encuentros podrían haber tenido lugar en varias ocasiones durante 2012 en el rancho de California de la pareja, además de verse en residencias de Los Angeles, Londres y Nueva York.
Para Murdoch esta relación es una traición personal de Blair. Ambos forjaron una firme alianza durante los años del nuevo laborismo. Antes de las elecciones generales de 1997, el diario The Sun, propiedad del empresario australiano, cambió radicalmente de postura política y entregó su apoyo a los laboristas, que terminaron ganando los comicios. Los medios de Murdoch, entre los que estaban el tabloide súperventasThe Sun y el diario The Times, fueron cruciales para la victoria y la permanencia en el poder del partido que lideraba Blair. Cuando este abandonó la vida política, siguió buscando el apoyo de Murdoch, en este caso solicitando fondos para su fundación.
Murdoch y Deng contrajeron matrimonio en 1999, cuando ella tenía 30 años y él 68. En los 14 años de matrimonio fueron transformadores para aquella joven china, que pasó de ser una ejecutiva de una de las emisoras de televisión del imperio Murdoch, a posicionarse como una mujer increíblemente bien conectada, productora de cine y mecenas de las artes. Saltó a la fama mundial durante una vista por las escuchas ilegales del diario News of the World cuando paró un tartazo que iba dirigido a su marido y propinó un manotazo al agresor. El incidente le valió el apelativo de “la tigresa”.
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