Un apagón paraliza
a más de la mitad de Venezuela
Un fallo deja sin energía eléctrica a 14 de los 24 Estados venezolanos, incluyendo el área metropolitana de Caracas
EWALD SCHARFENBERG Caracas 3 SEP 2013 - 22:54 CET
Un apagón de gran magnitud afecta desde aproximadamente la una de la tarde local a 14 de los 24 estados de Venezuela, incluyendo el área metropolitana de Caracas, la capital. Según reportó el ministro de la cartera de Electricidad, Jesse Chacón, la falla se presentó en la línea 765, que suministra el 65% de la energía eléctrica que usa el país.
Las autoridades gubernamentales se apresuraron a atribuir el incidente a un sabotaje. Si bien Chacón fue cauto y se limitó a informar que ya se disponía a abrir una investigación para “determinar el origen de la falla con los cuerpos de seguridad del Estado”, el propio presidente, Nicolás Maduro, no ahorró adverbios en su cuenta de Twitter para alimentar la sospecha: "Estoy al frente de la situación que extraña y abruptamente se ha presentado en el servicio eléctrico", escribió, sin esperar a los resultados de las investigaciones. "A esta hora todo parece indicar que la extrema derecha ha retomado su plan de Golpe Eléctrico".El caos se apoderó de Caracas, donde el servicio de trenes subterráneos se interrumpió por una hora y los semáforos y otros sistemas urbanos dejaron de funcionar. Aunque el suministro eléctrico comenzó a restablecerse hacia las primeras horas de la tarde, todavía continuaban fuera del aire muchas emisoras de radio del área metropolitana. Los atascos reinaban en el tránsito de vehículos.El apagón afectó a vastas zonas del territorio venezolano, sobre todo del centro y occidente, aunque también afectó a barrios de ciudades del oriente del país, como Puerto La Cruz. El ministro Chacón advirtió que el arranque de turbinas y la recuperación de todo el sistema tomarían tiempo. También informó que se hacían gestiones con autoridades colombianas para obtener energía a través de la interconexión con el país vecino, de modo de disminuir las dificultades, sobre todo, en los estados andinos de Venezuela.Los cortes y apagones, programados o no, se han vuelto rutinarios en Venezuela, una potencia energética de escala mundial que otrora se enorgullecía de su sistema de producción y distribución de electricidad. Esos incidentes se hicieron más frecuentes desde el año 2010, cuando se hizo claro que habría un déficit masivo de corriente eléctrica. Entonces el gobierno de Hugo Chávez, presidente para la época, achacó la crisis a una severa sequía que afectaba la disponibilidad de agua para alimentar el sistema venezolano, muy dependiente de la producción hidroeléctrica.Chávez firmó un decreto de emergencia que permitió hacer compras indiscriminadas, y sin controles de ningún tipo, de equipos para la generación eléctrica. En Venezuela y, sobre todo, el exterior. La excepción decretada por el gobierno contribuyó a engordar sobreprecios y los casos de corrupción vinculados a adquisiciones de equipos eléctricos, algunos de los cuales fueron ventilados por la prensa pero sistemáticamente desatendidos por las autoridades del Estado.A tres años de esa emergencia, las deficiencias del suministro eléctrico continúan, lo que ha quedado en evidencia por el incidente de hoy. Nada más ayer, lunes, el ministro Chacón se ufanaba de haber conseguido, según cifras oficiales, una reducción del 75% en los apagones en solo 100 días de gestión, cifras puestas en cuestión por los sectores opositores y la experiencia cotidiana de los venezolanos. También ayer, habitantes de Ocumare de la Costa, población turística del estado de Aragua (costa central de Venezuela) protagonizaron violentos disturbios al cumplir seis días sin energía eléctrica, servicio que les fue restablecido en la madrugada de hoy.
Las autoridades gubernamentales se apresuraron a atribuir el incidente a un sabotaje. Si bien Chacón fue cauto y se limitó a informar que ya se disponía a abrir una investigación para “determinar el origen de la falla con los cuerpos de seguridad del Estado”, el propio presidente, Nicolás Maduro, no ahorró adverbios en su cuenta de Twitter para alimentar la sospecha: "Estoy al frente de la situación que extraña y abruptamente se ha presentado en el servicio eléctrico", escribió, sin esperar a los resultados de las investigaciones. "A esta hora todo parece indicar que la extrema derecha ha retomado su plan de Golpe Eléctrico".
El caos se apoderó de Caracas, donde el servicio de trenes subterráneos se interrumpió por una hora y los semáforos y otros sistemas urbanos dejaron de funcionar. Aunque el suministro eléctrico comenzó a restablecerse hacia las primeras horas de la tarde, todavía continuaban fuera del aire muchas emisoras de radio del área metropolitana. Los atascos reinaban en el tránsito de vehículos.
El apagón afectó a vastas zonas del territorio venezolano, sobre todo del centro y occidente, aunque también afectó a barrios de ciudades del oriente del país, como Puerto La Cruz. El ministro Chacón advirtió que el arranque de turbinas y la recuperación de todo el sistema tomarían tiempo. También informó que se hacían gestiones con autoridades colombianas para obtener energía a través de la interconexión con el país vecino, de modo de disminuir las dificultades, sobre todo, en los estados andinos de Venezuela.
Los cortes y apagones, programados o no, se han vuelto rutinarios en Venezuela, una potencia energética de escala mundial que otrora se enorgullecía de su sistema de producción y distribución de electricidad. Esos incidentes se hicieron más frecuentes desde el año 2010, cuando se hizo claro que habría un déficit masivo de corriente eléctrica. Entonces el gobierno de Hugo Chávez, presidente para la época, achacó la crisis a una severa sequía que afectaba la disponibilidad de agua para alimentar el sistema venezolano, muy dependiente de la producción hidroeléctrica.
Chávez firmó un decreto de emergencia que permitió hacer compras indiscriminadas, y sin controles de ningún tipo, de equipos para la generación eléctrica. En Venezuela y, sobre todo, el exterior. La excepción decretada por el gobierno contribuyó a engordar sobreprecios y los casos de corrupción vinculados a adquisiciones de equipos eléctricos, algunos de los cuales fueron ventilados por la prensa pero sistemáticamente desatendidos por las autoridades del Estado.
A tres años de esa emergencia, las deficiencias del suministro eléctrico continúan, lo que ha quedado en evidencia por el incidente de hoy. Nada más ayer, lunes, el ministro Chacón se ufanaba de haber conseguido, según cifras oficiales, una reducción del 75% en los apagones en solo 100 días de gestión, cifras puestas en cuestión por los sectores opositores y la experiencia cotidiana de los venezolanos. También ayer, habitantes de Ocumare de la Costa, población turística del estado de Aragua (costa central de Venezuela) protagonizaron violentos disturbios al cumplir seis días sin energía eléctrica, servicio que les fue restablecido en la madrugada de hoy.
Maduro atribuye el apagón eléctrico a un “ensayo general” de golpe de Estado
Algunas zonas de Caracas y Maracaibo seguían sin suministro casi 18 horas después de la falla, que paralizó a más de la mitad de Venezuela
La mañana del miércoles algunos sectores de Caracas y Maracaibo, las dos mayores ciudades de Venezuela, permanecían sin suministro eléctrico casi 18 horas después del apagón masivo que afectó a más de la mitad del país. Una falla en la línea de 765 KV que une a la principal central hidroeléctrica, Guri, con la región central, aplicó un torniquete en la yugular del sistema eléctrico nacional. El 70% de Venezuela quedó paralizado.Si bien el historial de apagones, programados o no, es largo y cotidiano en Venezuela -en particular desde que en 2010 el Gobierno admitió un déficit en la infraestructura eléctrica- las autoridades se apresuraron a atribuir el evento masivo del martes a un sabotaje. El propio presidente, Nicolás Maduro, dijo en una transmisión televisada horas más tarde que se trataba de “una ofensiva en frío” contra la autodenominada revolución bolivariana, y que el apagón apenas habría sido un ensayo general del “golpe eléctrico”. Éste, a su vez, formaría parte de un plan subversivo impulsado por sectores de oposición que identificó con el nombre de “Tic-Tac”, como el sonido de un mecanismo de relojería. “No tengo ninguna duda de ello”, recalcó.El suministro eléctrico se ha convertido en un tema álgido de la agenda pública venezolana. Uno de los primeros actos de Maduro, una vez instalado en el poder, fue el de decretar en abril el sector eléctrico como un asunto de “seguridad nacional”, lo que le permitió militarizar las instalaciones de generación, transmisión y distribución de energía. Ya en 2010, el extinto presidente Hugo Chávez había declarado un estado de emergencia en el sector, al que se destinaron ingentes inversiones. Las compras indiscriminadas que se realizaron para solventar la crisis habrían alimentado la corrupción. Según investigaciones de prensa, muchas de adquisiciones favorecieron de manera reiterada a determinados grupos privados, como la empresa Derwick Associates, que también actúa en España.De acuerdo a técnicos independientes y otros vinculados a la oposición, esas inversiones no se destinaron a apuntalar las tareas de mantenimiento, como tampoco a superar el déficit crónico en el sistema de transmisión.Aunque las fuerzas armadas custodian día y noche las instalaciones eléctricas, el Gobierno apeló a la tesis del sabotaje como causa del apagón. Sus funcionarios coincidieron en calificar el hecho de “extraño” y “abrupto”. El ministro del Interior, el general retirado Miguel Rodríoguez Torres, ordenó una investigación, mientras su homólogo de la cartera de Energía Eléctrica, Jesse Chacón –también exoficial del ejército-, convocó a los organismos de seguridad para detectar “el origen de la falla”.El presidente Maduro aseguró que el mismo día del apagón, los cuerpos de inteligencia del Gobierno neutralizaron otras acciones “de grupos locos de la derecha apátrida” que buscarían “callar la voz de Venezuela”. En los últimos días, Maduro viene denunciando el presunto desarrollo de un plan para asesinarlo, en el que ha implicado a personalidades internacionales como el expresidente colombiano Álvaro Uribe y al anticastrista cubano Luis Posada Carriles.
La mañana del miércoles algunos sectores de Caracas y Maracaibo, las dos mayores ciudades de Venezuela, permanecían sin suministro eléctrico casi 18 horas después del apagón masivo que afectó a más de la mitad del país. Una falla en la línea de 765 KV que une a la principal central hidroeléctrica, Guri, con la región central, aplicó un torniquete en la yugular del sistema eléctrico nacional. El 70% de Venezuela quedó paralizado.
Si bien el historial de apagones, programados o no, es largo y cotidiano en Venezuela -en particular desde que en 2010 el Gobierno admitió un déficit en la infraestructura eléctrica- las autoridades se apresuraron a atribuir el evento masivo del martes a un sabotaje. El propio presidente, Nicolás Maduro, dijo en una transmisión televisada horas más tarde que se trataba de “una ofensiva en frío” contra la autodenominada revolución bolivariana, y que el apagón apenas habría sido un ensayo general del “golpe eléctrico”. Éste, a su vez, formaría parte de un plan subversivo impulsado por sectores de oposición que identificó con el nombre de “Tic-Tac”, como el sonido de un mecanismo de relojería. “No tengo ninguna duda de ello”, recalcó.
El suministro eléctrico se ha convertido en un tema álgido de la agenda pública venezolana. Uno de los primeros actos de Maduro, una vez instalado en el poder, fue el de decretar en abril el sector eléctrico como un asunto de “seguridad nacional”, lo que le permitió militarizar las instalaciones de generación, transmisión y distribución de energía. Ya en 2010, el extinto presidente Hugo Chávez había declarado un estado de emergencia en el sector, al que se destinaron ingentes inversiones. Las compras indiscriminadas que se realizaron para solventar la crisis habrían alimentado la corrupción. Según investigaciones de prensa, muchas de adquisiciones favorecieron de manera reiterada a determinados grupos privados, como la empresa Derwick Associates, que también actúa en España.
De acuerdo a técnicos independientes y otros vinculados a la oposición, esas inversiones no se destinaron a apuntalar las tareas de mantenimiento, como tampoco a superar el déficit crónico en el sistema de transmisión.
Aunque las fuerzas armadas custodian día y noche las instalaciones eléctricas, el Gobierno apeló a la tesis del sabotaje como causa del apagón. Sus funcionarios coincidieron en calificar el hecho de “extraño” y “abrupto”. El ministro del Interior, el general retirado Miguel Rodríoguez Torres, ordenó una investigación, mientras su homólogo de la cartera de Energía Eléctrica, Jesse Chacón –también exoficial del ejército-, convocó a los organismos de seguridad para detectar “el origen de la falla”.
El presidente Maduro aseguró que el mismo día del apagón, los cuerpos de inteligencia del Gobierno neutralizaron otras acciones “de grupos locos de la derecha apátrida” que buscarían “callar la voz de Venezuela”. En los últimos días, Maduro viene denunciando el presunto desarrollo de un plan para asesinarlo, en el que ha implicado a personalidades internacionales como el expresidente colombiano Álvaro Uribe y al anticastrista cubano Luis Posada Carriles.
5 Sep 2013 - 9:03 pm
Apagón en Venezuela
Maduro también culpó a Estados Unidos del apagón
Aseguró el objetivo era provocar la caída de su gobierno.
Por: EFE
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. Foto: EFE
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este jueves que el apagón que el martes dejó sin luz a 19 de los 23 estados del país fue hecho intencionalmente por la oposición y "el imperio", como llama a Estados Unidos, con el fin de causar una revuelta social que culminaría con la caída de su Gobierno.
"Ellos (oposición y EE.UU.) creían que apagaban al país, saboteaban y caía el Gobierno, estaban convencidos de eso", dijo Maduro a periodistas tras encabezar un acto de homenaje al gobernante fallecido Hugo Chávez en el oeste de Caracas.
"El imperio está loco, están locos, están desesperados, muy desesperados (...) ellos con el apagón creían que venía un 27 de febrero", dijo al hacer referencia a la revuelta social que ocurrió en 1989 en Caracas en la que se produjo una gran protesta contra las medidas económicas del entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
"No nos van a sacar de aquí, así apaguen mil veces la luz", reiteró el mandatario, que aseguró que los efectos de este "golpe eléctrico" fueron controlados.
"Frente a una fuerza invisible de la ultraderecha que se planifica para sabotear en este caso la electricidad nosotros le vamos a enfrentar una fuerza también y la estamos activando", dijo y señaló que aunque se están haciendo inversiones para mejorar el servicio de electricidad "el problema" está "en el sabotaje".
Indicó que aún no hay detenidos por el supuesto sabotaje pero apuntó que "hay gente investigada".
El ministro venezolano de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, dijo ayer que dos fallas en el sistema de tendido eléctrico causaron el apagón que se extendió por más de cuatro horas en algunos estados y agregó que en las investigaciones del hecho se manejan dos hipótesis: el sabotaje y la negligencia.
Chacón explicó que las fallas ocurridas el martes fueron causadas por el desprendimiento de una malla de protección de esa parte del tendido eléctrico que debe ser cubierto por encontrarse cerca de un vertedero de desechos sólidos, y la posterior falta de respuesta del sistema que debe proteger y salir al paso a este problema.
El ministro indicó que las investigaciones se centran en dos hipótesis: "O fue un sabotaje inducido directamente sobre la malla o hubo negligencia en el manejo de sujetación de la malla y lo mismo en el esquema de protecciones".
Venezuela es uno de los países con mayores recursos hidrográficos del mundo. La confluencia del Orinoco y el Caroní hacen que Venezuela tenga una de las cuencas orográficas más potentes del mundo, y la Represa de Guri es la tercera central hidroeléctrica del mundo. Aparte de eso, cuenta con los mayores recursos de petróleo en el hemisferio occidental. No obstante lo anterior, un apagón dejó el martes a ese país sin luz.
CORRUPCIÓN APAGA A VENEZUELA
La abundancia de la naturaleza es superada por la infinita corrupción en los gobiernos que han administrado el país
Venezuela es uno de los países con mayores recursos hidrográficos del mundo. La confluencia del Orinoco y el Caroní hacen que Venezuela tenga una de las cuencas orográficas más potentes del mundo, y la Represa de Guri es la tercera central hidroeléctrica del mundo. Aparte de eso, cuenta con los mayores recursos de petróleo en el hemisferio occidental. No obstante lo anterior, un apagón dejó el martes a ese país sin luz. ¿Cómo puede explicarse tal evento?
Recursos naturales desde luego no faltan en Venezuela, pero la abundancia de la naturaleza es superada, y con creces, por la infinita corrupción en los gobiernos que han administrado el país. El ingeniero Jose Aguilar, experto en temas eléctricos, me decía hace poco que todos los argumentos esgrimidos hasta ahora por las administraciones de Chávez y de Maduro, explicando los apagones y carencias del sistema eléctrico en Venezuela, son falsos. Ni El Niño, ni la sequía, ni los rabipelados, y mucho menos los actos de sabotaje atribuidos a la oposición -que nunca son probados- son responsables de la crisis eléctrica que afecta a Venezuela.
La causa de todo esto, según Aguilar, es la corrupción: en el nombramiento de ministros, directivos y gerentes que carecen de experiencia y credenciales en el área eléctrica; en las contrataciones -la mayoría de las veces sin licitación- de empresas tanto locales como internacionales que no tienen la capacidad técnica de ejecutar proyectos tendientes a solventar la crisis; y en la corrupción, que hermana a los designados y los contratados en detrimento del país.
Aguilar ha identificado 40 proyectos, la ejecución de los cuales ha debido agregar 17.513 megavatios adicionales al sistema eléctrico nacional de Venezuela. De haberse tomado como referencia justiprecios internacionales, el Estado venezolano ha debido contratar dichas obras a un costo de 14.657 millones de dólares, lo cual representa un costo promedio por kilovatio de 837 dólares. Sin embargo, el costo fue de 23.031 millones de dólares, lo cual representa un sobreprecio de 8.644 millones de dolares, o 1.315 dólares por kilovatio. Pero lo más grave, es que de los 17.513 megavatios de capacidad adicional que el estado ordenó instalar desde 2003 a las diferentes contratistas, sólo 4.360,5 megavatios están disponibles.
El porcentaje de sobreprecio varía y ha sido -hay que decirlo- una constante en la asignación de contratos de obras publicas en Venezuela de toda la vida. Segun estimaciones de Aguilar, la Planta Guanta se construyó con un sobreprecio del 48% -el más bajo de los 40 proyectos observados- mientras que el proyecto de CORPOELEC de Generación Continuada es el que refleja el sobreprecio más alto: 515%.
Derwick Associates, una empresa venezolana que recibió 12 contratos en 14 meses según investigaciones del periodista César Batiz, y cuyos directivos están siendo demandados en Estados Unidos por asociación ilícita y pago de sobornos a altos cargos del régimen chavista, ha incrementado hasta en un 425% (2.340 dólares / kilovatio) los costes en alguno de los proyectos asignados (San Timoteo).
Otro caso interesante es la empresa Argentina IMPSA, del empresario cercano al matrimonio Kirchner, Enrique Pescarmona. Ésta recibió un contrato para construir una planta de 2.050 megavatios en Tocoma, cuyo justiprecio ha debido ser 3.178 millones de dolares, pero que ha costado, según el experto Aguilar, 10.371 millones de dolares, es decir 5.059 dólares por kilovatio. Aún cuando el contrato fue anunciado en 2007 hasta la fecha no hay un solo megavatio disponible en Tocoma. Aguilar agregó que IMPSA, Derwick Associates y muchas de las empresas contratdas simplemente carecen de la capacidad técnica para llevar a cabo las obras que le fueron asignadas, con lo cual han debido recurrir en muchos casos a la subcontratación lo que agregado a la corrupción y coimas incrementa los costos de los proyectos.
Lo que es inobjetable, es que a pesar del gasto multimillonario el Gobierno venezolano, y quienes medran de él, están lejos de resolver la crisis eléctrica que afecta a Venezuela. Y para muestra, el apagón de ayer, que dejo a Venezuela a oscuras.
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